¿Qué son las carillas de composite? ¿Qué ventajas tienen?
Una de las mayores preocupaciones de la sociedad actual es mantener una sonrisa perfecta, lo que ha hecho crecer la popularidad de las carillas dentales. Aunque hay varios tipos, en este artículo nos vamos a centrar en las carillas de composite.
A continuación, te contamos todo sobre ellas: cómo se colocan, cuáles son sus ventajas, cuánto duran y cuál es su precio.
¿Qué es una carilla de composite?
Las carillas de composite son unas finas láminas que se adhieren a la cara externa del diente para mejorar su color, forma, posición y tamaño. E, incluso, en algunos casos, también sirven para modificar ligeramente la textura de las piezas dentales.
Son ideales para corregir pequeños defectos como diastemas (separaciones entre dientes), apiñamiento leve, dientes amarillos o con manchas y piezas dentales demasiado pequeñas.
Debido a su finalidad estética, las carillas de composite se colocan únicamente en los dientes anteriores (delanteros) de la boca: incisivos centrales, incisivos laterales y caninos. Esto se debe a que son las piezas dentales más visibles.
Como su propio nombre indica, estas carillas están fabricadas con una resina compuesta denominada composite. A su vez, el composite es un material sintético que imita la textura y la dureza del esmalte dental.
¿Cómo se colocan las carillas de composite?
Por lo general, las carillas de composite pueden colocarse en una o dos visitas al dentista. El procedimiento para colocarlas se divide en cinco pasos:
Estudio bucodental
Previamente a todo, se llevará a cabo un estudio de la boca del paciente, con el fin de valorar su estado de salud oral. En el caso de detectar alguna patología (caries, enfermedades periodontales…) esta deberá tratarse antes de colocar las carillas de composite.
Adicionalmente, el estudio servirá para identificar los pequeños defectos en los dientes que el paciente quiere solucionar. Con ello, los dentistas determinamos si pueden ser corregidos con carillas de composite.
Limpieza y aislamiento
Normalmente, en una segunda visita se realiza el proceso completo de colocación de las carillas de composite. Para ello, en primer lugar se limpian y aíslan los dientes en los que se van a colocar las carillas. Así, se evita el contacto con la saliva, puesto que esta reduce la adhesión del composite.
Colocación del composite
Acto seguido, se aplica en los dientes un adhesivo especial para que la resina se fije a la pieza dental correctamente. A continuación, el dentista comienza a colocar capas muy finas de composite sobre la superficie dental.
De esta manera, la carilla se va moldeando directamente sobre el diente y no es necesario fabricarla en un laboratorio, lo que alargaría el proceso de colocación y requeriría más visitas al dentista.
Fotopolimerización
Tanto después de cada capa como tras haberse conseguido el resultado final deseado, el dentista coloca sobre los dientes una lámpara de luz ultravioleta. Esto hace que el composite se seque con mayor rapidez.
Pulido final
Por último, el odontólogo pule las carillas de composite para darles un acabado liso y brillante.
Ventajas de las carillas de composite
Tal y como hemos mencionado anteriormente, las carillas de composite no son las únicas que existen. Por otro lado, encontramos las carillas de porcelana, que son una solución igualmente válida para corregir pequeños defectos como los ya comentados. No obstante, las carillas de composite ofrecen una serie de ventajas frente a las de porcelana:
- No requieren tallado: este es, posiblemente, el beneficio más valorado por los pacientes. Y es que, las carillas de composite son menos invasivas que las de porcelana, ya que no requieren tallar el diente para colocarlas.
- Tratamiento reversible: unido a lo anterior, las carillas de composite son reversibles. Si se retiran, el diente se mantendrá intacto y conservará su antiguo aspecto. Es decir, no estará tallado.
- Facilidad de reparación: el composite es un material que, a diferencia de la porcelana, se puede reparar. Si la carilla sufre una fractura, el dentista podrá repararla en la clínica dental. Para ello, solo tendrá que seguir el mismo proceso de colocación del composite capa a capa. En cambio, las carillas de porcelana deben cambiarse enteras y pedirlas de nuevo al laboratorio.
- Precio: esta es otra de las ventajas de las carillas de composite que más gustan a los pacientes. Y es que, el precio del composite es mucho más bajo que el de la porcelana.
- Rapidez: como se confeccionan en la propia clínica dental y no en el laboratorio, las carillas de composite se pueden colocar en una o dos citas.
- No requieren carillas provisionales: como se colocan en pocos días y no exigen el tallado del diente, las carillas de composite no requieren la colocación de unas carillas provisionales. En cambio, con las carillas de porcelana es necesario llevar unas provisionales desde que se talla el diente hasta que el laboratorio envía la carilla fabricada.
- Adecuadas para pacientes jóvenes: las carillas de composite pueden ser colocadas en personas de todas las edades, como niños o adolescentes. Esto se debe a que son reversibles, por lo que no alteran ni el aspecto original del diente ni su proceso de erupción.
- Se pueden colocar en un solo diente: otra de las ventajas de las carillas de composite es que pueden colocarse en un único diente. Por ejemplo, son muy útiles para reparar una pieza dental que ha sufrido una fractura. En cambio, para que queden naturales, las carillas de porcelana necesitan ser colocadas en, al menos, dos dientes.
¿Cuánto duran las carillas de composite?
Una de las grandes preguntas acerca de las carillas de composite está relacionada con su durabilidad. Antes de decidirse por este tratamiento, nuestros pacientes suelen preguntar cuánto tiempo les durarán.
Aunque la duración de las carillas de composite depende en gran medida de los cuidados que siga el paciente, podemos decir que, normalmente, duran entre cinco y diez años. Una vez pasado este tiempo, lo habitual es que las carillas necesiten un reemplazo, debido a que han aparecido manchas que deterioran su estética.
¿Cómo cuidar las carillas de composite?
Para alargar al máximo la duración de las carillas de composite, recomendamos seguir los siguientes consejos:
- Mantener una buena higiene bucal, cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental y colutorio.
- Acudir a las revisiones periódicas con el dentista para que este pula las carillas, lo que alarga su duración y proporciona un aspecto más estético y brillante. Además, también es conveniente realizarse una limpieza dental profesional por lo menos una vez al año.
- Reducir el consumo de alimentos y bebidas que puedan teñir las carillas, como el café, el vino tinto, los frutos rojos, el curry o el chocolate.
- Eliminar hábitos nocivos como fumar, morderse las uñas o usar los dientes como herramientas. Por un lado, el tabaco provoca manchas en las carillas. Por otro lado, morderse las uñas o usar los dientes para abrir botellines, por ejemplo, pueden hacer que las carillas se despeguen o se rompan.
- Tener precaución con los alimentos duros y no hacer movimientos de palanca con los dientes. En la medida de lo posible, es preferible no comer alimentos muy duros (kikos, chocolate de la nevera, pan del día anterior…). Los movimientos de palanca (comer manzanas o bocadillos a mordiscos) también están contraindicados, ya que pueden fracturar las carillas de composite.
¿Cuánto cuesta una carilla de composite?
Como ya hemos comentado en los puntos anteriores, las carillas de composite son más baratas que las carillas de porcelana. En concreto, su precio suele estar entre los 200 euros y los 300 euros por carilla. Sin embargo, este importe puede variar en función de las necesidades de cada paciente y del número de carillas que vaya a necesitar.
En definitiva, las carillas de composite son una opción muy utilizada para mejorar el aspecto de los dientes y ofrecen numerosas ventajas. Si te has quedado con dudas o quieres saber más acerca de este tratamiento, acude a nuestra clínica dental para informarte en una primera visita gratuita.