Apiñamiento dental: por qué se produce y cómo arreglarlo

Uno de los problemas más frecuentes y por los que más gente acude al dentista es el apiñamiento dental. Aparte de afectar a la estética de la sonrisa, también conlleva graves consecuencias para la salud dental, puesto que es más complicado limpiar los dientes. 

¿Qué es el apiñamiento dental?

El apiñamiento dental hace referencia a una maloclusión en la que los dientes se encuentran montados o desalineados. El apiñamiento se desarrolla a medida que erupcionan los dientes definitivos (a partir de los seis años). Sin embargo, si no se trata mediante un tratamiento de ortodoncia, la persona llegará a la edad adulta con los dientes apiñados. 

Aunque el apiñamiento puede darse en cualquier diente, lo más frecuente es que se produzca en la arcada inferior, concretamente, los seis dientes anteriores (incisivos y caninos).

¿Por qué se produce el apiñamiento dental?

Las principales causas del apiñamiento dental son las siguientes:

• Factores genéticos: si existen antecedentes familiares de dientes apiñados, es más probable que el niño los desarrolle también.
• Hueso maxilar demasiado pequeño o dientes excesivamente grandes: en ambos casos, no hay espacio suficiente para que las piezas dentales puedan alinearse correctamente.
• Pérdida prematura de los dientes de leche: la caída de piezas dentales provoca desplazamientos del resto de dientes, que tratan de cubrir el espacio dejado.
• Malos hábitos de la infancia: el uso prolongado del chupete o chuparse el dedo pulgar más allá de los tres años pueden causar apiñamiento.
• Erupción de las muelas del juicio: como salen cuando la totalidad de la dentadura está formada, no encuentran el espacio necesario para erupcionar y empujan al resto de dientes.
• Dientes supernumerarios: se trata de la erupción de alguna pieza dental de más, que, como no tiene espacio suficiente en la boca, termina por empujar los demás dientes.
• Paladar ojival o estrecho: cuando el maxilar superior es más estrecho de lo normal provoca que también se curve más el paladar y se estreche, lo que deja menos espacio para que los dientes se coloquen en sus posiciones.
• Falta de retención: hay personas que han llevado un tratamiento de ortodoncia en el pasado pero que no han usado los retenedores correctamente. En estos casos, los dientes tienden a volver a su posición anterior.

Tipos de apiñamiento dental 

Podemos clasificar los tipos de apiñamiento dental atendiendo a dos factores principales: el grado de gravedad y el origen.

Tipos de apiñamiento dental según el grado

En esta primera clasificación, distinguimos tres grados de apiñamiento dental: leve, moderado y severo.

• Apiñamiento dental leve: faltan 3 milímetros, o menos, de espacio en la arcada (superior o inferior).
• Apiñamiento dental moderado: faltan entre 3 y 5 milímetros de espacio en la arcada.
• Apiñamiento dental severo: faltan más de 6 milímetros de espacio en la arcada.

Tipos de apiñamiento dental según su causa 

En función de su origen, podemos hablar de apiñamiento primario, secundario y terciario.

• Apiñamiento primario: se da por un hueso maxilar demasiado pequeño o por unos dientes excesivamente grandes. Está provocado por factores genéticos, evolutivos (tenemos unos maxilares más pequeños que hace cientos de años) o de alimentación (tendencia a una dieta cada vez más blanda). 
• Apiñamiento secundario: ocurre como consecuencia de una pérdida prematura de dientes de leche o malos hábitos orales durante la infancia (chupete, succión del dedo pulgar…).
• Apiñamiento terciario: se da cuando erupcionan las muelas del juicio sin tener espacio suficiente, lo que provoca desplazamientos en la dentadura.

Consecuencias del apiñamiento dental 

Los riesgos que suponen los dientes apiñados son más de los que uno puede imaginar en un principio. Lejos de tratarse únicamente de un problema estético, acarrean graves consecuencias para nuestra salud dental:

• Mala higiene dental: el cepillo no llega bien a todas las zonas de los dientes, lo que favorece la aparición de placa bacteriana.
• Enfermedades bucodentales: la consecuencia de la placa bacteriana es el desarrollo de caries y enfermedades de las encías (gingivitis y periodontitis). 
• Desgastes en el esmalte: el apiñamiento provoca choques indeseados de los dientes al masticar, lo que desgasta determinadas piezas dentales. Y, en los casos más severos, las cargas excesivas pueden producir fracturas.
• Problemas de autoestima: es frecuente que la falta de estética en la sonrisa produzca problemas de autoestima, especialmente en las personas más jóvenes.

Tratamientos para corregir el apiñamiento dental 

Ya que existen diversas causas que originan el apiñamiento dental, también podemos recurrir a distintas soluciones para tratarlo. Algunos de los tratamientos para la corrección del apiñamiento son:

Ortodoncia interceptiva

Se trata de un tipo de ortodoncia específica, indicada en niños de entre seis y nueve años, aproximadamente.

Por ejemplo, la ortodoncia interceptiva es lo más recomendable en caso de que el apiñamiento esté provocado por un paladar ojival o estrecho. En este caso, se utilizan disyuntores que permiten expandir el paladar.

Ortodoncia 

En caso de adultos que sufran de apiñamiento dental moderado o severo, se recurrirá a  la ortodoncia. 

Dentro de un tratamiento de ortodoncia, podemos optar por emplear brackets, que también ofrecen varias opciones. Desde los brackets metálicos, los más conocidos, hasta alternativas más estéticas como los brackets de zafiro o los linguales.

Por otro lado, también se pueden utilizar alineadores invisibles, unas férulas transparentes que, aparte de ser una opción estética, facilitan la higiene dental al retirarse para comer y cepillar los dientes.

Carillas dentales

Para corregir el apiñamiento leve, puede optarse por un tratamiento mediante carillas dentales. Se trata de una solución para arreglar los dientes apiñados sin ortodoncia.

Las carillas son unas láminas de porcelana o composite que se colocan sobre los dientes y permiten modificar su color, posición, tamaño y forma. Sin embargo, solo funcionan en las malposiciones más leves.

¿Cuánto se tarda en corregir el apiñamiento?

Dependiendo de la situación de cada paciente, el tiempo que dure el tratamiento será mayor o menor.

De manera orientativa, quienes presentan un apiñamiento leve suelen corregirlo en un máximo de 12 meses. En caso de apiñamiento moderado, este tiempo puede extenderse entre los 15 y 18 meses. Por su parte, el apiñamiento grave suele corregirse entre los 18 y los 24 meses.